Visitas al blog

sábado, 19 de julio de 2014

¿Qué coño pasa?

Todavía no me lo explico. Pero ocurre. Y me gusta. Y lo odio. Yo me pregunto: ¿es casualidad?

Coger un bus de vuelta a casa después de un día agradable con los colegas en la playa. De rutina, como un día cualquiera. Sin más. Y estás sentado escuchando tu música favorita. Estación > A Gaiteira > Los Castros. Y ahí acabó mi viaje normal, para -paradójicamente- mandar a mi corazón de viaje. A mis sentidos de viaje. ¿Cómo? Con la fuerza de una mirada, reforzada por el silencio melodioso con mi música de fondo, pasando a segundo plano canciones a todo volumen. Así de simple y a la vez de complicado.

Me pasaría la vida viajando en el mismo bus con tal de sólo saber su nombre. Quiero ponerle nombre a esa mirada. No por capricho. Es para saber qué nombre tiene el amor.

                                                                                                                                                      David L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario