Giros inesperados. Toparse con quien no te esperabas topar. Cosas que pasan en tu vida, que a veces les dan la vuelta a la tortilla y te dejan moribundo en el arcén, después de tener un accidente. Un accidente que te hiere, que te deja huella. Cicatrices en tu cuerpo. Scars. Imborrables.
Y allí estaba yo, tirado en aquella cuneta de la vida, replanteándome el camino que yo mismo había elegido. ¿Por intuición? NO. Me aconsejó el corazón el seguirlo, y acabé en esa triste cuneta, siniestro total, y esperando a que algún solitario viajero me recogiese de ese gran bache, de esa zanja que moribundo me dejó.
Pronóstico del paciente: desconocido.
Siguiente parada: un corazón ajeno que me sepa querer.
David L.